¿Qué evalúo?
La pregunta que se recicla a sí misma
Evaluar un contenido, un
proceso o un producto final es la cuestión, aunque las 3 cosas van unidas y
creo que no podría existir una sin la otra, más que en casos determinados. Los productos
finales se apoyan en procesos, y son la forma que tiene el estudiante para
demostrar los contenidos que aprendió; y la forma que tiene el docente para
comprobarlo. Por supuesto, dicho en forma muy sencilla y sólo como introducción,
evitando la complejidad que tiene el tema.
Voy a comentar algunas experiencias docentes que he
ido relacionando con los contenidos vistos en el módulo y que me han servido
para reflexionar sobre la evaluación, para mí, una de las instancias más
complejas en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Y, si bien es uno de los momentos más
complejos, hay muchos instrumentos y procesos que han ido definiendo el avance
de la evaluación en general y que son de mucha ayuda para los docentes al momento de evaluar a sus estudiantes.
Me sentí identificado con una idea de la prof. María Fernanda
Romano en su blog, quien decía que la ejercitación debe sumar un total de 10 en
el actual sistema. También lo que se hace muchas veces es el planteo de la
ejercitación, y al valor final se le hacen divisiones para que cada ejercicio
sea una fracción del 10 final.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW7uypc8wbR1egAjK7ALRnfp-IYM7ONRK4Xi-WPR8agYQ524pLKek6EYC3Yn8-EKQ9ukbTAh7oW52rX338_tYxPBSc3bxvsOdKa2AXnzIzm_oE-9LgP9UNhVfG7jxOtQDQjusI0GRlIOIC/s200/10.png)
Muchas veces—y según los trabajos— los estudiantes
saben que el trabajo no reúne las condiciones para una muestra a la que pueden asistir
miembros de la comunidad educativa que no han estado compenetrados de los
detalles del proceso. Sin embargo pueden obtener una buena nota por el
esfuerzo, las ideas propuestas, la resolución de problemas surgidos durante el
proceso, etc.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7e3ylskA30poTExLYHBZEUuLYX7PGV6vgBiBxfmyg9QMbRPi9kMRzEXTTPVJ64uZQFxPLYe-QTtKQ95_M_oO8nFoHxsFoueX-03XDctIzXsFy4JZPJOOw2xd3FSfOUvD4asCpAuY-RtWw/s320/esfuerzo.jpg)
Sin tener en cuenta esto, los estudiantes que son hábiles y tienen competencias para mostrar un producto final prolijo, serían en todos los casos los que obtienen buenas calificaciones. Pero un estudiante que no es tan hábil, pero tiene ideas interesantes, puede llegar a productos finales “de exposición” con la ayuda de otros.
En muchos casos el observar a los estudiantes en el
aula, me ha permitido acercarles propuestas del sistema de tutores—muy
incipiente, hace pocos años que lo pongo en práctica— a algunos y a otros no. Y
la clase se ha desarrollado de manera fluida, con cada uno ejerciendo su rol,
unos explicando y acompañando y otros recibiendo y preguntando. Lo que sí hay
que tener claro son los resultados de aprendizaje —que no son los objetivos del
espacio—, y buscar las evidencias de aprendizaje, lo que lleva también un tiempo importante.
De ahí los criterios de evaluación y el diseño de las experiencias cierran una
unidad, para mí permeable, que se modifica con los resultados en cada
implementación. En función de esto, sorprenden también las diferencias que se
pueden plantear en grupos paralelos, de la misma edad, el mismo espacio, y el
mismo colegio. Cada implementación de una misma secuencia es diferente. Como
debe ser.
Muy interesantes
también me resultaron los recomendados Referenciales de evaluación del Instituto
Nacional de Educación Tecnológica (INET) . Son amplios y pueden servir para que el
estudiante sepa en qué se lo va a preparar y evaluar, y que el docente tenga
un instrumento para identificar el punto de partida y llegada de cada
estudiante.
En cuanto a los criterios de
evaluación, repito lo que expresa la prof. Graciela
Cappelletti en el video propuesto en el módulo: “los criterios de evaluación son el mapa de ruta”. Internalizando este
concepto, no hay mucho más que decir, sólo que las rúbricas son grandes
aliadas para que los estudiantes puedan tener en claro qué esperamos de ellos
desde el inicio del proceso, facilitando la claridad: “los alumnos deben tener en claro qué esperamos que aprendan”( Cappelletti).
Bien, la
pregunta del principio y que da título a esta entrada seguirá vigente mientras
haya docentes preocupados por los aprendizajes de sus estudiantes. ¿Qué evalúo?
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